Las previsiones de la Dirección General de Tráfico (DGT) apuntan a que en los meses de julio y agosto se van a producir alrededor de 90 millones de desplazamientos largos por carretera.
Este organismo dependiente del Ministerio del Interior recuerda la importancia de extremar las precauciones en estos viajes de verano para evitar accidentes. Practicar una revisión ocular para conducir es una de las medidas que deben poner en práctica los conductores que vayan a tener que pasar muchas horas al volante.
Preparación para viajes de verano
La vista es el sentido que más importancia tiene para la conducción, y debe estar constantemente adaptándose a un entorno cambiante. En un segundo pueden pasar muchas cosas en la carretera, por lo que estar alerta es fundamental y no es nada recomendable relajarse.
La preparación de esta clase de desplazamientos requiere, entre otras cosas, de un control que garantice un perfecto estado de salud a todos los niveles. A examen han de someterse condiciones como la agudeza visual o la sensibilidad al contraste.
Agudeza visual y sensibilidad al contraste
Son, sin lugar a dudas, dos aspectos que ejercen un papel fundamental en la conducción. Entre otras cosas, permiten divisar y reconocer con tiempo suficiente las señalizaciones de tráfico e influyen en el nivel de reflejos (otra faceta clave).
En los casos en que los conductores dispongan de su correspondiente permiso de conducir en vigor, esta prueba de visión no será en ningún caso obligatorio, pero sí recomendable. Principalmente para quienes trabajen en el sector del transporte por carretera.
Sí deberán pasar por ella aquellos que estén pendientes de renovar sus correspondientes licencias, de tipo A o B, ya que es una condición irrefutable superarla para poder obtener el mencionado permiso.
Una simple revisión ocular para conducir puede llegar incluso a salvar una vida. De ahí la importancia de someterse a ella antes de salir de vacaciones.