Viajar con mascotas en coche no tiene que representar nunca un peligro para la seguridad vial. En la actualidad, pueden encontrarse en el mercado diversos sistemas de retención de mascotas, que garantizan que los animales puedan viajar con comodidad en el coche sin, por ello, representar un peligro para la conducción. Los conductores deben elegir los sistemas homologados más adecuados para su vehículo y el tipo de animal que vaya a viajar.
Sistemas de retención para mascotas en el coche
Los arneses, las rejillas y los transportines son los sistemas de retención para transporte de mascotas que deben usarse obligatoriamente si se viaja en coche con un animal, especialmente un gato o perro. La elección de uno u otro dependerá de la talla y del peso de la mascota.
Los arneses permiten sujetar al animal con un dispositivo isofix o cinturón de seguridad. Por lo tanto, hay que tener en cuenta sus dimensiones antes de optar por un arnés como sistema de retención de un animal.
En el caso de que se transporte una mascota de gran tamaño, las mejores opciones son las rejillas divisorias. Se recomiendan especialmente en los coches familiares o con portón trasero, que permiten montar la rejilla con estabilidad sin que afecte al respaldo de los asientos.
Finalmente, los transportines son los métodos de retención más seguros para perros y gatos de pequeño tamaño, aunque nunca deben atarse con el cinturón de seguridad si se quiere mantener su seguridad.
Por supuesto, una mascota nunca puede ir en brazos de sus dueños mientras viaja en coche. Aunque se trate de un animal muy tranquilo, hay que tener en cuenta que está en un entorno no habitual para él y, por lo tanto, cualquier incidencia en la conducción puede asustar lo suficiente como para que tenga una reacción incontrolada que ponga en peligro a los viajeros del coche. Además, si tenemos un accidente a 100 Km/h y llevamos una mascota de unos 10 Kg de peso, puede golpear a los ocupantes con una fuerza de 570 Kg, provocándonos mayores lesiones.
