Con el otoño ya han empezado a surgir en la carretera fenómenos meteorológicos adversos como la niebla. En este tipo de condiciones hay que conducir con precaución. Uno de los consejos más útiles cuando hay niebla es aumentar la distancia de seguridad con el vehículo delantero y reducir la velocidad.
La DGT tiene la regla de conducción de la triple 'V': si la visibilidad es de 20 metros, la velocidad será de 20 km/h y la distancia de seguridad con el vehículo delantero de otros 20 metros.
Tanto en autovía como en autopista hay que circular siempre por la derecha, evitando adelantar. La línea continua blanca de la derecha de la calzada debe ser la referencia en caso de que la niebla sea muy densa. El freno se debe utilizar de forma suave para evitar el bloqueo de las ruedas y si se acciona, deberá hacerse con suficiente antelación para que el vehículo de detrás pueda reaccionar.
Para evitar el vaho en el parabrisas se recomienda utilizar intermitentemente los limpiaparabrisas. Si está en el habitáculo, hay que dirigir el climatizador hacia los cristales, aunque bajar las ventanillas también ayuda. Además, circular con la ventanilla bajada y la radio o la música apagadas ayuda a percibir mejor por la vía auditiva peligros que la niebla impide ver, como otros coches.
Las luces en condiciones de niebla
Finalmente las luces son de gran ayuda siempre que se utilicen bien. Se deben utilizar las luces de cruce y las de posición, pero jamás las largas: se reflejan en la niebla, reduciendo todavía más la visibilidad y molestando a otros conductores. En cuanto a los faros antiniebla, los delanteros son opcionales, aunque recomendables cuando exista niebla, pero los traseros son obligatorios, en especial son eficaces cuando la niebla es muy densa.
Y si la visibilidad es nula, siempre es mejor parar en un lugar seguro hasta que la niebla desaparezca de la carretera.