Todos los veranos surge la misma duda: ¿Se puede conducir en chanclas? ¿Es legal? ¿Pueden multarnos?
Y es que, según el informe sobre el uso del calzado durante la conducción elaborado por el Real Automóvil Club de España (RACE), medio millón de conductores conducen descalzos en muchas ocasiones y unos 800.000 dicen hacerlo con chanclas habitualmente.
Aunque hay muchas opiniones al respecto, no acaban de ser concluyentes. Por este motivo, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha decidido acabar con las dudas en su cuenta de Twitter. Ver Tweet
El Reglamento General de Circulación (RGC) no establece ninguna normativa específica sobre el calzado en la conducción, por lo que, en normas generales, no es sancionable el hecho como tal de ir al volante con un calzado en concreto como pueden ser en este caso las chanclas. No obstante, este hecho puede llegar a causarnos problemas si se considera que afecta a la seguridad en la conducción.
En resumidas cuentas, si un agente de la autoridad considera que tu calzado te impide manejar correctamente los pedales, puede decidir sancionarte con una multa de hasta 80 euros. El agente, para ampararse bajo la ley, puede hacer referencia a ciertos artículos de la RGC que se refieren a la obligación del conductor de garantizarse la libertad de movimientos en el vehículo y evitar interferencias en una conducción segura:
Artículo 3.1: hace referencia al modo de conducción, con la diligencia y precaución necesarias para evitar todo daño, propio o ajeno.
Artículo 18.1: hace referencia a la obligación del conductor de mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión, la atención permanente a la conducción, así como una posición adecuada.
Artículo 17.1: establece que los conductores deben estar en todo momento en condiciones de controlar su vehículo.
Pero, ¿afectan las chanclas a la libertad de movimientos? Sí, al tratarse de un calzado no sujeto al pie, puede desplazarse o soltarse en cualquier momento, generando una situación de peligro donde ante la emergencia y la imposibilidad del conductor de volvérsela a colocar, este se distrae e incluso puede llegar a perder el control de los pedales.
En resumidas cuentas, pese a que la legislación no contemple el asunto de la conducción con chanclas como tal, incluso en verano, es preferible usar un calzado cerrado ligero, cómo y flexible pero que sujete bien el pie, con tal de asegurar un bien tacto en los pedales que nos permita pisarlos adecuadamente y evite el riesgo de perder capacidad de reacción en caso de emergencia.