El pasado domingo contamos con una hora extra, ya que realizamos el cambio de horario de verano a invierno, con lo que tuvimos que atrasar una hora los relojes, es decir, a las 3:00 de la madrugada volvieron a ser las 2:00.
Este hecho, que puede parecer insignificante, afecta de forma más que comprobada al sueño, las rutinas, la concentración, la aparición de fatiga…
Todo esto puede afectar a la conducción, por eso, desde la Dirección General de Tráfico alertan sobre una serie de consecuencias que el cambio de hora puede tener en la conducción y, por lo tanto, en los conductores.
Falta de luz al volante
El hecho de haber disfrutado de una hora más de sueño durante la madrugada del sábado al domingo, supone tener una hora menos de luz durante el día, lo que hace aumentar el tiempo durante el cual los conductores conducirán sin luz solar.
La falta de luz al volante puede acarrear riesgos en la seguridad vial ya que dificulta tanto la visión como ser visto, dos factores imprescindibles para una conducción segura. Según un informe del Instituto de Seguridad Vial de Holanda, advertir tarde o no advertir la presencia de otro vehículo, influye en la mitad de los accidentes de tráfico registrados cada jornada.
Es por este motivo que la Dirección General de Tráfico recomienda a todos los conductores circular con las luces de conducción diurna o en caso de no disponer de ellas, encender las de cruce.
Aparición de cansancio y fatiga.
Como ya hemos visto, el cambio de hora influye a las circunstancias de la vía, pero además, puede afectar también al estado y las facultades físicas del conductor.
Algunos de los síntomas que según la DGT provoca el cambio de hora en los conductores son: aparición de sueño, fatiga, irritabilidad, dolor de cabeza, distracciones…
Con tal de evitar dormirse al volante, se recomienda seguir una buena rutina tanto en la ingesta de comidas como en las horas de sueño (intentar cumplir las 8 horas).
Además, se recomienda no conducir durante la madrugada y después de comer, horas más peligrosas para la conducción. Si se circula en estas franjas horarias, conviene disminuir la velocidad en hasta un 20%, así como extremar las precauciones al volante.
Recomendaciones
Además de las recomendaciones nombradas anteriormente, la Dirección General de Tráfico indica otros consejos para realizar una conducción más segura y eficiente durante los meses con menos horas de luz.
- Revisar las luces: Además de encender las luces diurnas o en su defecto las de cruce, debemos hacer una revisión periódica de los faros con tal de comprobar que ninguna luz está fundida y que estos están bien regulados y presentan un pulido óptimo.
- Revisar el parabrisas y las lunas: El 90% de la información que necesitamos para conducir la percibimos a través del parabrisas, por lo que debemos mantenerlo en perfecto estado para asegurar la máxima seguridad.
- Reducir la velocidad: como comentábamos anteriormente, siempre que las condiciones meteorológicas o de visibilidad de la vía no sean favorables, debemos disminuir la velocidad del vehículo adaptándola a las circunstancias y reduciendo así posibles riesgos. Deberemos de la misma forma, adaptar la distancia de seguridad que guardamos con el vehículo de delante, aumentándola si fuese necesario.
- Acondicionar el interior del coche: La falta de luz solar junto con una climatología cada vez más fría puede afectar al estado físico y anímico del conductor, incrementando la sensación de sueño al volante. Para contrarrestar este efecto, se recomienda ventilar el vehículo y no abusar de la calefacción, manteniendo la temperatura interior en torno a los 22ºC. Además, para favorecer la visión, es aconsejable no dejar las luces del interior del vehículo encendidas durante los trayectos.
Recuerda no conducir si te encuentras bajo los efectos del sueño o la fatiga y realizar una conducción segura adaptando tu conducción a las condiciones y necesidades de la vía y su entorno.