Un coche parado puede tener problemas si no tomamos una serie de precauciones y realizamos un pequeño mantenimiento periódico durante el tiempo que esté sin circular.
1. Aumentar la presión de los neumáticos
La pérdida de aire en los neumáticos es una de las consecuencias más directas de tener parado el coche. Las ruedas de un coche parado se desinflan más rápido que uno que esté activo. Si la situación se alarga, los neumáticos podrían deformarse e incluso deformar las llantas por el propio peso del vehículo. Por eso, es recomendable hinchar las ruedas al máximos, a unos 2,8 bares de presión para prolongar todo lo posible la pérdida de aire.
2. Desconectar la batería
El coche sigue consumiendo batería aunque esté parado y es probable que, si pasa mucho tiempo, cuando vayamos a circular, esté agotada y necesitemos pinzas para arrancar. Por ello, se recomienda desconectarla. Para ello, basta con tapar la zona de carga positiva con un tapón o cinta aislante.
3. Arrancar el coche cada 10 días
Debemos arrancar el coche de vez en cuando para evitar averías en el futuro. Una periodicidad de aproximadamente 10 días es suficiente para impedir que los componentes mecánicos se estropeen. Si podemos incluso dar una pequeña vuelta por el garaje para lubricar todos los engranajes, mejor que mejor. Si nos hemos desconectado la batería, arrancarlo cada cierto tiempo evitará que de descargue del todo.
4. Poner en marcha los elementos eléctricos
Cuando vayamos a arrancar el coche, aprovecharemos para activar los elementos eléctricos del coche. Subir y bajar ventanillas, encender el aire acondicionado, mover los espejos retrovisores o regular los asientos y el volante si son eléctricos.
5. El depósito mejor lleno
Ante un largo periodo sin uso del automóvil, lo mejor es llenar el depósito por completo para evitar que se deteriore el interior del mismo o al menos dejarlo mitad lleno.
6. Mantener el coche limpio por fuera y por dentro
Lo ideal, ante de dejar el coche parado, sería lavarlo por fuera y por dentro para evitar que el polvo entre en las juntas y que manchas de resina o excrementos de ave dañen la pintura. También es recomendable limpiar el interior para evitar los malos olores y las humedades. Lo más adecuado en esta situación sería tapar el coche con una lona transpirable.
¿Qué debo hacer cuando quiera volver a arrancar mi coche?
Aunque todavía no sabemos cuándo podremos volver a circular sin limitaciones, una vez pase el confinamiento y podamos coger el coche, deberíamos revisar algunos aspectos para no tener ninguna sorpresa.
Comprobar los niveles de líquidos.
Aunque lo más recomendable hubiese sido revisar los líquidos justo antes de dejar el coche inmovilizado, la mayoría de conductores no pudo hacerlo. Antes de arrancar, es aconsejable comprobar el aceite, el refrigerante del motor, el aceite de la dirección asistida y el líquido de frenos, además del combustible por si se hubiese producido alguna fuga.
Revisar las correas del motor
Aunque es complicado si no se tienen conocimientos de mecánica, siempre que sea posible debemos revisar el estado de las correas y/o cadenas que el vehículo incorpore en el propulsor, ya que especialmente las correas están hechas de materiales que pueden deteriorarse con el paso del tiempo, la humedad y los cambios de temperatura.
Arrancar el motor con cuidado
Podemos notar que al coche le cuesta arrancar al girar la llave. Si es el caso, debemos parar y volver a intentarlo varias veces sin forzarlo. Nunca debemos mantener la llave girada más de cinco segundos o podremos averiar el motor de arranque. Una vez ha arrancado, es aconsejable que mantengamos el motor al ralentí durante un periodo de cinco o diez minutos, dando así tiempo a que todas las piezas recuperen su movimiento habitual.