Al margen de la compra y la matriculación, el hecho de tener coche supone afrontar una serie de gastos fijos al año. A ellos debes añadir los imprevistos, tales como una avería o un accidente. Sin tener en cuenta estos últimos, vamos a explicarte los costes que te supone al año tener un vehículo en propiedad.
Gastos fijos anuales que te ocasiona tu coche
Lo primero que debes tener en cuenta es que el vehículo tiene unos costes fijos, tales como el seguro o los impuestos y otros variables como el combustible o el mantenimiento, que no siempre son iguales. Vamos a analizar todos ellos.
El seguro del coche
La ley te obliga a suscribir un seguro para poder circular con tu coche. A su vez, el coste del mismo depende de dos factores. Por una parte, de la bonificación que tengas por ser buen conductor y por otra, del tipo de póliza que contrates. No cuesta lo mismo un seguro básico con cobertura por daños a terceros que otro a todo riesgo, es decir, que también cubre los desperfectos de tu vehículo.
La ITV
Asimismo, siempre que tu vehículo tenga más de cuatro años, tendrá que pasar la Inspección Técnica de Vehículos (popularmente conocida por sus siglas ITV), primero cada dos años y luego con carácter anual. El coste de esta revisión varía en función de la provincia en que vivas y también de si la realiza una empresa pública o una concesionaria privada.
El Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica
Otro pago que tendrás que hacer todos los años es el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica. Es un tributo directo que grava la posesión del propio coche, es decir, tienes que pagarlo siempre que el vehículo esté dado de alta, aunque no circules con él. Como sucedía en el caso anterior, al tratarse de un impuesto municipal, cada ayuntamiento aplica sus propios importes.
El combustible
Llegamos aquí a los gastos variables que ocasiona el coche. Lógicamente, gastarás en combustible distinta cantidad de dinero en función de los kilómetros que hagas al año. Otro factor importante es la tipología de tu vehículo, según sea de gasolina, diésel o de alguno de los nuevos combustibles. No obstante, en todo caso, es la partida a la que más presupuesto tienes que destinar al año.
El mantenimiento
También el mantenimiento de tu vehículo te supondrá una buena cantidad de dinero al año. Sin tener en cuenta las averías, el coche tiene un desgaste. Así, cada cierto tiempo, tendrás que cambiarle los neumáticos, las pastillas de freno, el aceite y el filtro o los amortiguadores.
En conclusión, tener coche supone afrontar una serie de gastos que debes tener en cuenta antes de comprar tu vehículo.