Una vez que ha llegado la primavera y se avecinan meses de altas temperaturas, es oportuno empezar a pensar en cómo proteger el coche del sol.
Unas recomendaciones para la protección de los vehículos
La protección de los vehículos ante las típicas circunstancias climatológicas del verano es importante, ya que, de no tenerla en cuenta, pueden aparecer problemas en la pintura de la carrocería y averías en su mecánica.
Sabiendo que el sol produce efectos nocivos, la lógica dice que lo más sensato es evitarlo en lo posible. De ahí que sea aconsejable dejar el coche en parkings cerrados o aparcar a la sombra cuando vaya a permanecer estacionado un largo periodo de tiempo.
Obviamente, es de escasa importancia que un vehículo esté un rato bajo un sol intenso, pero en previsión de posibles deterioros hay que acostumbrarse a proteger más a la moto del sol de la misma manera que el coche. Lo ideal es colocar un parasol o una lona para impedir el contacto directo de los rayos.
La importancia del líquido anticongelante y de otros detalles
Este líquido no solamente sirve para que el agua del sistema de refrigeración del motor no se congele, sino que también evita que el calor la evapore cuando pasa por los conductos del motor. Para mantener el coche frío conviene revisar el depósito de este líquido anticongelante y asegurar que el nivel se encuentre entre los límites aconsejados.
Es muy recomendable, a su vez, lavar los vehículos con regularidad en los meses más calurosos. Y, sobre todo, no es conveniente arrancar cuando se observe que el motor continúa excesivamente caliente. Si se hace, puede exponerse al vehículo a sufrir un sobrecalentamiento.
Con estos simples consejos sobre cómo proteger el vehículo del sol, es fácil evitar muchos quebraderos de cabeza.
