Cuando conducir después de una operación constituye una de las preguntas habituales que se hacen quienes se han sometido a alguna de ellas.
Aunque se suele proporcionar la estimación de mes y medio para volver a conducir, es preciso analizar cada caso en toda su complejidad. Por ello, a continuación, se repasan las precauciones que, en este sentido, hay que tomar.
Las cirugías son las operaciones que requieren más tiempo de rehabilitación
Efectivamente, las cirugías comportan la administración de anestesias, por lo que no se debe conducir mientras se está bajo sus efectos. Por eso, es conveniente cuando uno se ha sometido a una operación con sedación ambulatoria, salir acompañado del centro médico en el que ha sido intervenido.
Por otra parte, las intervenciones quirúrgicas suelen conllevar la colocación de vendas y puntos de sutura. Hasta que no sean retirados, no habrá que volver a conducir. Lo mismo cabe señalar acerca de los dolores que sigan existiendo tras una operación. No se debe coger el volante hasta que hayan remitido completamente.
En cuanto a las operaciones e intervenciones concretas, algunas de ellas tienen prescritos tiempos sin conducir específicos. Por ejemplo, un día entero para las rectoscopias y gastroscopias, lo mismo para los antihistamínicos de las alergias, una semana para la artroscopia de la rodilla derecha, mes y medio para la reconstrucción de los ligamentos cruzados anteriores de la rodilla derecha y dos semanas para los de la izquierda, entre uno y dos meses para las cataratas, etc.
Las precauciones principales antes de conducir
En todo caso, resulta esencial consultar con el médico conocedor de cada caso cuándo se puede volver a conducir, también en supuestos de depresiones, estrés o uso de colirios (sus efectos duran entre 6 y 8 horas).
En definitiva, cuando conducir después de una operación es un asunto serio para garantizar la seguridad en la carretera y no se debe improvisar.