Parece ser que la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética va a dar mucho de qué hablar en los próximos años. Y es que el Gobierno quiere prohibir la matrícula y venta de vehículos, ya sean coches o furgonetas, que puedan emitir directamente CO2. En pocas palabras, va a afectar a los vehículos que utilicen la gasolina o el diesel para su funcionamiento.
Prohibición de vehículos a diesel
Se pretende que sea el Consejo de Ministros el que apruebe la norma antes de finales de año. De este modo, podrá iniciarse su trámite en el Parlamento.
La ley pretende reducir las emisiones que contribuyen al efecto invernadero. Otros países como Reino Unido, Francia, Dinamarca, Alemania o Países Bajos ya han adoptado una ley similar.
Los beneficios para la población son muy claros. Cuidar del planeta, respetar el entorno y vivir en un lugar libre de gases contaminantes, propulsando a la vez la energía renovable. En sí, se quiere asegurar que el país cumple con el Acuerdo de París.
Sin embargo, en el otro extremo ya se ha advertido de las consecuencias económicas de la medida, especialmente para la industria española en automoción. Las fábricas hablan acerca de realizar inversiones de gran envergadura para evitar perder competitividad y empleo.
La transición hacia los vehículos eléctricos
Fabricantes como Volvo o Toyota ya pretenden dejar de comercializar vehículos diesel a partir del 2019 para centrarse mayormente en los vehículos híbridos o eléctricos. Por supuesto, el Ejecutivo pretende instalar puntos de recarga eléctrica en la mayoría de gasolineras para facilitar la transición al coche eléctrico. Asimismo, la ley también va a obligar a que antes del año 2023 los municipios con más de 50.000 habitantes dispongan de zonas de bajas emisiones.
La medida busca el cuidado medioambiental, aunque la prohibición de coches y furgonetas que utilicen carburantes puede repercutir en la economía del país.
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