La Dirección General de Tráfico presentó el pasado mes de septiembre el balance de siniestralidad del verano en las carreteras españolas, que arroja cifras preocupantes. Los accidentes en España aumentaron en torno a un 15% retrocediendo a cifras registradas en 2012.
Concretamente, entre los meses de julio y agosto fallecieron 259 personas, 34 más que en el mismo período de 2017. Fueron 127 los muertos en accidentes de tráfico en el primer mes, 6 más respecto a julio del año pasado, y 132 en el segundo, lo que supone un aumento de 28 personas en comparación con el mismo mes del anterior ejercicio.
Cifras que el director general de la DGT, Pepe Navarro, calificó como intolerables y que ha impulsado a este organismo a poner en marcha una batería de medidas para tratar de atajar este problema.
- El año con mayor número de accidentes desde 2012
Como bien indica la curva de siniestralidad desde 2001 elaborada por la DGT, la tendencia ha sido decreciente. Sin embargo, el número de fallecidos este verano ha sido el más alto desde 2012, cuando se registraron 260 muertes en las carreteras en estos dos meses, que son los más críticos del año.
En concreto, el 76% de los fallecimientos tuvo lugar en accidentes producidos en carreteras convencionales, la mayoría como consecuencia del exceso de velocidad. Las salidas de vía (37%), colisiones frontales (29%) y frontolaterales (15%) son las principales causas.
De los 259 muertos, 52 de ellos viajaban en motocicleta, 6 en ciclomotor, 8 en bicicleta, 23 peatones, 66 usuarios vulnerables y 193 en el resto de medios de desplazamiento. La franja de edad en la que se produjeron más muertes, en concreto 47, fue de los 25 a los 34 años.
En estos dos meses se pusieron en marcha cuatro campañas especiales de vigilancia y el balance fue de 22.989 denuncias. Números igualmente preocupantes.
