La DGT ha invertido este año unos 14 millones de euros en diseñar la nueva “patrulla integral” de Tráfico. Esto incluye una fuerte apuesta por la tecnología con el fin de capturar infractores y hacer los desplazamientos por carretera más seguros.
Esta actualización de medios abarca todas las vertientes de la seguridad vial. Desde la adquisición de nuevos vehículos y dispositivos de detección de alcohol y drogas, hasta la incorporación, por primera vez, de aparatos voladores no tripulados y minirradares portátiles más difíciles de detectar.
- Los nuevos ojos de la DGT
Tráfico empezó a desplegar su nueva tecnología la pasada Semana Santa. Y, tras meses de pruebas, sus aparatos ya están plenamente operativos en la vigilancia de las carreteras españolas.
- Velolaser, un minirradar indetectable
El primero en llegar este año fue el Velolaser, un radar que cabe en una mano y que puede colocarse en cualquier punto vial en pocos minutos. La DGT incorporó en marzo 60 unidades de este cinemómetro.
Tiene un alcance superior a los radares tradicionales, ya que puede detectar velocidades de hasta 250 kilómetros por hora a una distancia máxima de 50 metros y está dotado de conexión Wifi, por lo que puede ser controlado a distancia por un agente sin ser visto.
- Drones para vigilar desde el aire
A esto hay que sumar la reciente incorporación de cinco drones (con la previsión de adquirir siete más) para cazar infracciones desde el aire sin ser detectados. Si bien, por el momento, no van equipados con tecnología para captar excesos de velocidad, sus cámaras sí recopilan datos que pueden ser usados para multar por adelantamientos indebidos, hablar por el móvil y otras faltas al volante punibles con sanción económica y pérdida de puntos del carné.
En definitiva, la DGT está haciendo lo posible por actualizar su tecnología para hacer aún más difícil incumplir las normas de seguridad en carretera.