La DGT dispone de 12 helicópteros en la actualidad, de los cuales ocho están equipados con un radar aéreo de origen militar que empezó a operar en 2013. El radar está compuesto por dos cámaras, una panorámica que se encarga de seguir el movimiento de un vehículo y determinar su velocidad; y otra que cuenta con un teleobjetivo de largo alcance y sirve para visualizar la matrícula del coche. Esta cámara también puede determinar si un conductor circula sin cinturón o está utilizando el teléfono móvil. El radar puede incluso detectar velocidades de hasta 360 km/h.
Este sistema facilita la vigilancia de cientos de kilómetros en un vuelo de apenas dos horas de duración. Tráfico cuenta con siete zonas de gestión con bases para los helicópteros. Estas se ubican en La Coruña, Madrid, Málaga, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza. Desde La Coruña las áreas de vigilancia son Galicia y Asturias; desde la ubicada en la zona militar del aeropuerto de Valladolid, sobrevuelan Castilla y León y Cantabria; desde la del aeropuerto de Zaragoza, Aragón, Navarra y La Rioja. El helicóptero de Sevilla vigila la zona oeste de Andalucía y Extremadura; y el que despega y aterriza en Málaga, patrulla sobre las carreteras de la zona este de Andalucía. En Valencia observan toda la Comunidad valenciana mientras que en el aeropuerto militar de Cuatro Vientos (Madrid) operan los Pegasus que vigilan la Comunidad de Madrid, y Castilla La Mancha. En esta base hay dos helicópteros.
Los Pegasus no tienen base en Canarias e Islas Baleares, por lo que sus helicópteros no vigilan sus carreteras. Aunque pueden sobrevolar Cataluña y País Vasco, no tienen las competencias para denunciar allí ya que le corresponde al propio territorio. En Cataluña, los Mossos de Esquadra disponen de un helicóptero propio que realiza la misma función.
Según explica la DGT, desde el aire, con una mejor visión, se puede ser mucho más selectivo en el control de vehículos que circulen con exceso de velocidad o conductas temerarias, además este sistema permite controlar un vehículo cada tres minutos de vuelo, por lo que la posibilidad preventiva y disuasoria que aporta este sistema es muy eficaz.
