La Comisión Europea ha tomado cartas en el asunto de la reducción de las emisiones de CO2 y ha profundizado en el control de los coches y furgonetas, que, como es sabido, constituyen unos de los agentes más contaminantes.
Por eso, plantea diversas medidas, más estrictas que las vigentes, para reducir este tipo de agresiones al medio ambiente. Ahora, estas deben ser negociadas con otras instituciones comunitarias, tales como el Consejo de Europa y el Parlamento.
A continuación, se repasan las principales políticas de reducción de la contaminación por parte del parque automovilístico que desea auspiciar la Comisión Europea.
- Una fijación de limitaciones más severas
- En cuanto a los objetivos que se marca esta propuesta, destaca la rebaja de las emisiones en un 15 % en 2025. Para 2030 se ha establecido una disminución más ambiciosa, que llega al 30 %.
- Por otro lado, los incentivos para lograr estas metas tendrán que ver más con recompensas que con sanciones, aunque aún están por definir con mayor concreción. El comisario europeo de Energía y Acción Climática, el español Arias Cañete, señala que los fabricantes tendrán libertad para aplicar las tecnologías mediante las que van a contribuir a la disminución de las emisiones de CO2. Los Estados que promuevan la utilización de los coches limpios (aquellos que liberen entre 0 y 50 gramos de CO2 por km) serán beneficiados, por ejemplo, con la concesión de créditos blandos, y los fabricantes también recibirán ayudas.
En definitiva, avances que deben tenerse en cuenta para crear un mundo más sostenible.