Con uno de los parques móviles más envejecidos de la Europa occidental, ya que la edad media de los vehículos españoles alcanza ya los 14 años, pasar la ITV supone un auténtico quebradero de cabeza para muchos conductores. Pues bien, las pruebas de inspección técnica serán aún más severas a partir de 2018, pues al reconocimiento habitual de los puntos de seguridad del vehículo se sumará ahora el diagnóstico de la electrónica del automóvil.
El Gobierno aprobó el pasado 20 de octubre una nueva regulación para la ITV, que entrará en vigor en 2018, y que tiene por objetivo principal detectar cualquier manipulación realizada en los parámetros electrónicos del vehículo. Una medida auspiciada por el reciente fraude en las emisiones de varias marcas conocidas y que tendrá una gran repercusión en los túneles de inspección.
De hecho, la nueva norma obliga a las estaciones a disponer de las herramientas de diagnóstico adecuadas para detectar este tipo de maniobras. Algo que se define como un primer paso encaminado a la revisión de los sistemas electrónicos de seguridad y emisiones que incorporan los automóviles más recientes.
Libre elección de estaciones
Por otra parte, la nueva norma también tratará de facilitar al conductor la tarea de someter su vehículo a inspección. Así pues, desde su entrada en vigor, un usuario que no haya superado la ITV podrá acudir a otra estación para repetir las pruebas. También podrá adelantar su cita hasta un mes, sin que ello implique modificar el calendario de futuras inspecciones del automóvil.
Además, se abrirá un canal a través del cual, las diferentes estaciones podrán compartir datos sobre un mismo vehículo, y se admitirán las pruebas certificadas en otros países que sean miembros de la Unión Europea cuando se realice la compra en el extranjero y su posterior matriculación en España.
