La seguridad vial depende de los comportamientos de todos los usuarios de la vía. Alguno de estos colectivos, como el formado por los ciclistas, puede resultar vulnerable a las malas prácticas de otros conductores. Por lo tanto, no resulta extraño que, ante la constatación de determinados riesgos concretos, las autoridades encargadas del tráfico fomenten medidas específicas de defensa de colectivos como el citado.
Sin duda, España es un ejemplo de estas políticas, dado que la creciente sensibilización ante los numerosos accidentes de tráfico en los que, durante esta primavera, se vieron implicados los ciclistas ha provocado que la Dirección General de Tráfico (DGT) tome cartas en el asunto. Aparte del interés ciudadano en el tema, hay que señalar que se ha contabilizado un aumento real del número de ciclistas fallecidos en accidentes de tráfico.
La DGT presenta sus rutas protegidas para ciclistas
Se trata, exactamente, de 138 rutas (tres o cuatro en cada provincia), en las que los ciclistas van a contar con unas condiciones de circulación especialmente favorables a sus intereses. Estas circunstancias adaptadas a este perfil de usuario de la vía implican que en ellas se van a controlar de manera más estricta el exceso de velocidad o el consumo de alcohol y estupefacientes. Además, tanto la señalización como la vigilancia efectuadas en estas carreteras serán incrementadas durante los sábados y domingos, que constituyen los días de mayor actividad del colectivo ciclista.
Asimismo, también se incrementará de manera importante el número de efectivos que se encargará de la vigilancia particular de estas rutas, entre los que desempeñarán una labor fundamental los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Desde los helicópteros de la DGT, también se llevará a cabo un seguimiento pormenorizado de las incidencias de estas rutas.
En resumen, una medida de reacción ante un problema notorio y de la que se esperan resultados positivos.
