Una de las infracciones más frecuentes en las carreteras secundarias es el exceso de velocidad, por eso, es fundamental respetar los límites no solo para evitar las multas de la DGT sino por nuestra seguridad. Estas carreteras cuentan con un único carril en cada dirección, sin mediana entre ellos, con un arcén estrecho que en muy raras ocasiones cuentan con bandas sonoras que avisen cuando se está sobrepasando la línea. Cuando no hay tráfico, es muy común superar la velocidad máxima porque creemos que conocemos el camino.
Es bastante habitual que no se respete la reducción de velocidad que se señala en los cruces. Estas intersecciones, con demasiada frecuencia tienen incorporaciones desde vías con muy poca visibilidad, cambios de rasantes o con muy poco espacio para acelerar.
La obligatoriedad del uso del cinturón suele obviarse en este tipo de vías. En ocasiones, porque el trayecto es muy corto: un par de kilómetros hasta la playa con los niños o unos pocos más para ir a las fiestas de un pueblo cercano.
Cuando estamos acostumbrados a circular por autovía o por ciudad los adelantamientos en las carreteras tradicionales suponen un nuevo reto, pues con frecuencia no se calcula bien la distancia necesaria para adelantar y se realizan muchos adelantamientos temerarios.
Y, por supuesto, con la llegada del calor apetece tomar algo refrescante, es importante mantenerse hidratado pero si hay que conducir estas bebidas no deben contener alcohol. Así que si no quieres perder tu carnet de conducir por puntos, ni tu vida, recuerda respetar las leyes de circulación y prestar la máxima atención mientras vas al volante.