Distintas son las cosas cuando se circula en ciudad por calzadas con al menos dos carriles reservados para el mismo sentido, delimitados por marcas longitudinales, puede utilizar el que mejor convenga a su destino, pero no debe abandonarlo más que para prepararse a cambiar de dirección, adelantar, parar o estacionar.
En cuanto a las rotondas o glorietas, conviene tener claro que la prioridad es para quien ya se encuentra dentro de ellas. Por lo tanto, el conductor que intenta incorporarse está obligado a ceder el paso. Una vez dentro, hay que elegir el carril que se adapte mejor a la salida que se tiene pensado coger. Y si en el momento de tomar la salida no ha sido posible situarse en el carril idóneo, lo que procede es dar otra vuelta a la rotonda.
Así lo explican los profesores de las autoescuelas a los alumnos que se matriculan para obtener el permiso de conducir, tanto si su objetivo es sacarse el carnet A, el B o cualquier vehículo pesado.
Estas normas son válidas para los conductores de motos, para los de coches y los vehículos pesados, y hay que aprenderlas bien para no cometer errores en el futuro que puedan conllevar la pérdida de puntos del carnet.
Tampoco perderán puntos de la dgt quienes sean capaces de desprenderse del estrés diario que a veces generan las prisas y los atascos de las grandes ciudades y les puedan llevar a cometer faltas graves o muy graves.