Hemos entrado ya en el mes que le da la bienvenida al otoño. Una estación caracterizada por el cambio climatológico hacia temperaturas más bajas y la aparición de lluvias de manera más frecuente. No hay que dejar que ello nos pille desprevenidos. Antes de que nos pillen de sorpresa estos cambios es aconsejable realizar un chequeo al vehículo, muy en especial a algunas partes, como por ejemplo los neumáticos. Son el elemento de contacto entre el vehículo y la carretera, y conviene tenerlos controlados con tal de advertir cualquier posible deterioro de su estado. Síntomas como pérdida de agarre a la carretera son causa de multitud de accidentes en las carreteras españolas; y con lluvias, el agarre de los neumáticos todavía es menor, por lo que es imprescindible revisarlos (presión, profundidad del dibujo de la banda, edad…). Además, con unos neumáticos en óptimo estado contribuiremos a reducir el riesgo de sufrir aquaplaning, fenómeno muy peligroso que se produce cuando los neumáticos no pueden desalojar toda el agua que hay sobre la carretera.
Muy en cuenta hay que tener también la pérdida de visibilidad que vamos a tener bajo la lluvia con la correspondiente reducción de vista del horizonte. En este sentido un elemento que también debe ser revisado es el parabrisas: que haya suficiente líquido para el parabrisas o que las escobillas estén en perfecto estado.
Las luces son otro elemento importante que debe revisarse. Son importantes en todas las épocas del año sobre todo durante el otoño y el invierno, cuando hay menos horas de luz. Más en especial en los meses de lluvia, ya que la lluvia también reduce notablemente la visibilidad del conductor.
El tipo de conducción que adoptemos es también muy importante para tener bien controlada la conducción bajo la lluvia. Conducir con suavidad y no realizar movimientos bruscos ayudará a mantener el control del vehículo.
Por último, especialmente si la lluvia te ha sorprendido conduciendo tu ciclomotor o moto, evita pisar en la medida de lo posible la pintura blanca de la calzada. El agarre al pavimento es inferior en estas zonas que en el asfalto.
