La Policía nacional ya alertaba sobre los peligros que puede acarrear este juego al volante en un tweet en el que advertía: “#Pikachu, #Snorlax, #Vaporenon, ¡hazte con todos con seguridad! Sigue estas pautas para ser entrenador de PokemonGo” acompañado de una imagen de una guía de seguridad.
A lo largo de estos días hemos visto cómo, numerosos casos de jugadores en apuros de la famosa aplicación, han visto la luz en varios países. Se ha convertido en todo un fenómeno social, llegando a juntar a grupos de gente en espacios públicos, lejos de sus casas, para lograr capturar a un Pokémon difícil de conseguir, como ocurrió hace unas semanas en Central Park.
¿Cómo puede afectar la irrupción de PokemonGo entre los conductores?
Para empezar, todos sabemos que el manejo de teléfonos móviles mientras se conduce un vehículo está totalmente prohibido con sanciones de 200€ y pérdida de tres puntos del carné. Si le añadimos el hecho de estar jugando a Pokémon Go, se está incurriendo en conducción temeraria, ya que se está poniendo en peligro la vida o la integridad de las personas.
Las consecuencias que esto acarrearía van desde pena de prisión de 6 meses a 2 años, junto a la prohibición de conducir vehículos de entre 1 a 6 años. Pero la peligrosidad que entraña jugar a cazar estas criaturas virtuales va más allá de simplemente recibir una penalización por ir al volante. Una simple distracción tratando de cazar cualquier Pokémon o el mero hecho de mirar unos instantes la pantalla del teléfono, no sólo acarrea consecuencias para el conductor negligente; sino que se pone en peligro la vida de peatones o de otros vehículos que te acompañan por la carretera. ¿Jugar a PokemonGo? Sí. Pero no al volante.
