El hecho de prestar atención a la conducción ecológica puede que no sea el principal aspecto que tiene en mente la persona que se acaba de sacar el carnet de conducir. Pero lo cierto es que causas tan importantes como la contaminación, el ahorro en combustible, e intentar controlar la emisión de gases innecesarios, son cosas que tanto el conductor novel como el experimentado no deberían pasar por alto.
Existen técnicas para mejorar la manera de conducir, y mejorar resultados en niveles de contaminación, y carburante. Independientemente del vehículo que utilicemos y del tipo de carnet que poseamos, ya sea carnet A (o carnet A1 y A2), carnet C o carnet de coche, estará en las manos (y en los pies) de su usuario el contaminar menos y descubrir una nueva forma de conducir denominada Conducción Eco.
El camión es uno de los vehículos que requieren más esfuerzos mecánicos y de combustible para moverse, y los que más pecan en cuanto al grado de emisión de gases.
Su conductor puede contaminar menos siguiendo estos consejos:
- Circular a una velocidad uniforme. Evitar acelerones o frenazos, que consumen especialmente.
- Manejar correctamente el cambio de marchas. La primera marcha se debe utilizar solo para el arranque. A la hora de cambiar, hay que hacerlo cuando el camión alcance un máximo de 2.000–2.500 revoluciones. Cuanta más alta sea la marcha con que se circula, menor consumo.
- Conducir con anticipación. Fijar la mirada siempre dos o tres vehículos más allá del propio, para adelantar posibles cambios en la marcha y evitar movimientos bruscos.
En el otro extremo tenemos el carnet de moto, que aunque tiene un menor impacto en contaminación y emisión de gases, sus conductores deben conducir también de manera consecuente, de forma que tengan menor huella medioambiental.
Algunos consejos para conducir la moto de forma ecológica son:
- No cambiar a punto muerto en el momento que nos encontremos desacelerando, ya que el motor en retención no ofrece ningún gasto de combustible debido a que corta la inyección de gasolina.
- Tratar de circular siempre a punta de gas, manteniendo la vista en la larga distancia, para controlar la situación, evitar contratiempos y provocar conducciones más agresivas y menos ecológicas.
