El estilo de conducción suele ser reflejo de la personalidad y el estado de ánimo, pero conviene recordar que el motor de un coche, ajeno a tales circunstancias, repuntará su consumo, siempre que el conductor se aparte de los estándares de una conducción eficiente.
Este tipo de conducción va íntimamente asociada a una serie de hábitos cuya praxis constituye un aldabonazo para ahorrar gasolina. En 2015 se elaboró la "Guía verde para el ahorro de combustible en la conducción", un decálogo de fórmulas, aparentemente triviales, que si se siguen puede reportar hasta un 10% de ahorro.
Os mostramos algunas de ellas:
· El arranque es una maniobra que exige huir de brusquedades y evitar la innecesaria pisada del acelerador. Tras él, lo aconsejable es meter segunda marcha en 2 segundos o tras 6 metros recorridos. En lo sucesivo, no se ejecutarán cambios de marcha a más de 2.500 o 2.000 rpm (según gasolina o Diesel).
· La conducción eficiente en curvas es uno de los máximos exponentes del ahorro. Ello implica no frenar bruscamente en la aproximación, sino aligerar el acelerador y dejar que la inercia introduzca al coche en la curva. Al describirla, debe acelerarse, gradualmente, y evitar el uso del freno.
· Acelerones y frenazos son grandes estimulantes del consumo, por lo que tanto la reducción de la velocidad y la parada como la reanudación de la marcha, salvo en situaciones precipitadas, han de hacerse de manera progresiva.
· Una inadecuada presión de los neumáticos y un exceso de carga repercuten también en un aumento en el consumo de gasolina fácilmente evitable. Y no hay que olvidarse de apagar el motor si se prevé prolongar una parada más de dos minutos, pues diez minutos en espera consumen 130 cc de combustible.
Siempre que sea posible, al disminuir velocidad, levantaremos el pie del acelerador y dejaremos rodar al vehículo por su propia inercia, con la marcha engranada y colocando el pie sobre el pedal de freno para efectuar las pequeñas correcciones necesarias para acomodar la velocidad al tráfico, a la vía y a las circunstancias. El proceso de deceleración, juega un papel de vital importancia desde el punto de vista de la seguridad y además el consumo de carburante es este momento, será nulo.
Ahorrar gasolina ya solo es cuestión de la decisión particular de cada conductor.