Para garantizar la seguridad vial de un conductor las facultades psicofísicas son esenciales. Por ello, antes de obtener el permiso de conducir, es obligatorio pasar y superar un reconocimiento médico. Pero ¿qué sucede si tienes el permiso y tiempo después coges una baja por enfermedad? ¿Se puede conducir estando de baja?
El Reglamento General de Circulación indica que “los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos y mantener su propia libertad de movimientos para garantizar su propia seguridad, la del resto de ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía”.
Es evidente que, si tu baja se debe a una pierna rota, no vas a conducir, pero ¿ocurre lo mismo con bajas por ansiedad, lumbalgia o cervicalgia? En este artículo resolvemos tus dudas.
1. Conducir estando de baja por ansiedad o depresión
La ansiedad es un estado de agitación o angustia que tiene síntomas que van desde el mareo hasta la taquicardia o sudoración excesiva. En el caso de una persona diagnosticada con depresión presenta una mayor falta de concentración y su tiempo de reacción aumenta. Por ello, una persona que esté de baja por depresión necesita un informe de un profesional médico que indique si la persona puede renovar o sacarse el carnet de conducir.
2. Conducir estando de baja por lumbalgia
El lumbago es un dolor fuerte que aparece en la zona baja de la espalda. Esta enfermedad provoca un dolor tan intenso que puede limitarnos a la hora de conducir, ya que cualquier movimiento o gesto, por pequeño que sea puede hacer que el conductor pierda el control o la atención de la carretera. Esta dolencia suele tratarse con antiinflamatorios y relajantes musculares, por tanto, es incompatible con la conducción.
3. Conducir estando de baja por cervicalgia
La cervicalgia se basa en un cuadro de dolor intenso en el cuello que puede irradiarse hasta la cabeza y la espalda. Esta molestia puede aparecer por una mala postura o un mal movimiento. Rigidez, náuseas, fiebre o vómitos son algunos de los síntomas. Con estos comportamientos una persona no podrá conducir hasta que el médico le dé el visto bueno.
Recuerda que conducir un vehículo estando de baja puede acarrear graves consecuencias si la enfermedad no es compatible con la conducción, ya que puedes recibir una multa que alcance los 6.000 euros, así como contribuir a un mayor peligro en la carretera.