Como hablamos en el artículo de la semana pasada, llega el verano y con ello las vacaciones y la operación salida. Se acercan los atascos, las retenciones en las salidas de las ciudades, así como en las entradas de los lugares considerados como “segundas residencias”.
El atasco se genera cuando el número de vehículos de una vía es mayor a la capacidad total de ésta. Cuando esto ocurre, los coches circulan muy pegados, los cambios de carril generan lentitud y una frenada puede ser peligrosa.
Los atascos más frecuentes en carretera suelen ser por el aumento de coches en la vía, pero es cierto que existen otro tipo de retenciones con las que podemos encontrarnos, como por ejemplo, a causa de una mala conducción de los conductores, accidentes u obras.
Este tipo de situaciones no las puedes prever cuando inicias un viaje, pero sí es posible tomar ciertas medidas para evitarlos, aunque no sea fácil.
- Es importante planificar los viajes e intentar evitar las horas puntas y los días de mayor densidad de tráfico.
- Intentar evitar, aunque a veces no es posible, pasar por las vías más frecuentadas, puedes encontrar información en aplicaciones móviles y en la web de la DGT que te informa de la situación actualizada de las vías.
- Al ver un accidente o algo extraño en la carretera, evitar quedarse a mirar, esto puede ocasionar una retención evitable.
- No tener una conducción agresiva, con frenazos y adelantamientos bruscos, esto puede provocar mucho malestar en la conducción y generar así retenciones o accidentes.
- La conducción segura y eficiente es clave para el buen funcionamiento de las vías, así que mantén las distancias y sigue las señales indicadas.