El objetivo de esta nueva medida es reducir la siniestralidad vial, una de las principales preocupaciones de la Dirección General de Tráfico (DGT), que ha informado de que, en 2019, más de 300 personas fallecieron en accidentes en los que la velocidad fue uno de los factores concurrentes. Por este motivo, esta semana también se intensificará la vigilancia del cumplimiento de los límites de velocidad en vías interurbanas.
Con esta nueva medida, ampliamente demandada por los ayuntamientos para disponer de un paraguas normativo para aplicar los 30km/h en sus localidades, también se pretende reducir en un 80% el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello.
Nuevos límites de velocidad en ciudad
Con todo, la modificación del artículo 50 del Reglamento General de Circulación no solo se refiere a las vías de un único carril. Estos son todos los límites de velocidad en vías urbanas que entran en vigor hoy, martes 11 de mayo:
- 30 km/h en vías de un único carril por sentido de circulación.
- 20 km/h en vías que dispongan de plataforma única de calzada y acera.
- 50 km/h en vías de dos o más carriles por sentido de circulación.
Puedes ver ejemplos de las nuevas medidas en el siguiente vídeo:
Un objetivo común (e internacional)
Según el ministro del Interior, Grande-Marlaska, la medida no solo busca reducir la siniestralidad vial, sino que “es una de las medidas más importantes que haya aprobado España en materia de movilidad y seguridad vial porque ayuda a construir ciudades para sus ciudadanas y ciudadanos, donde las calles sirven sobre todo para vivir”. “Transforma nuestras ciudades para que sean más humanas”, ha precisado el ministro.
Cabe recordar que Naciones Unidas ha integrado la seguridad vial en su Agenda 2030 para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (DOS). También desde este organismo se ha recomendado limitar la velocidad urbana a 30 km/h, tal y como se recoge en la Declaración de Estocolmo de febrero de 2020.
Por último, y por lo que respecta a vehículos, la Unión Europea ha dado un paso adelante al obligar que todos los vehículos nuevos homologados en Europa a partir de 2022, y todos los que se vendan a partir de 2024, incorporen sistemas de ayuda a la conducción, como el asistente inteligente de velocidad ISA que, conectado al GPS y dotado de una cámara, puede advertir al conductor cuando este supere los límites legales.