Son un 8 % de los hombres y 2 % de las mujeres quienes confunden colores (generalmente, el rojo y verde) y, en los semáforos, hay quien puede creer que representan un peligro.
Un estudio de la UPC (Universitat Politècnica de Catalunya) asegura que 6 millones de conductores españoles tienen deficiencias visuales. Sin embargo, no hay ningún impedimento para que un conductor daltónico obtenga el permiso para conducir, aunque deberá seguir una serie de recomendaciones. La confusión de colores se acentúa cuando las condiciones de luminosidad no acompañan. Por eso, es importante que eviten conducir de noche y extremen la precaución, si las condiciones meteorológicas son adversas (niebla, lluvia, falta de luz, etc.).
También es importante que no utilicen medicamentos, como las aspirinas o algunos antibióticos, que pueden incrementar ese trastorno visual.
¿Cómo solucionan el problema?
No hay clases de permiso de conducir especiales para daltónicos, aunque es especialmente crucial que identifiquen cómo se distribuyen las luces en los semáforos: el rojo, arriba; amarillo, en el centro; y verde, en la posición inferior. Para las señales, es más fácil, ya que, como cualquier otro conductor, deben aprender a interpretar la forma y el contenido. Salvo en casos como los de algunas azules, el color es secundario.
La dificultad aumenta cuando se trata de las luces de freno o señales luminosas nocturnas. En esos casos, el conductor daltónico debe ser capaz de identificar todas las señales y siempre se recomienda que conduzca con un copiloto que le avise ante las señales luminosas. Finalmente, es importante que, al conducir, utilicen gafas de sol con los cristales adaptados a cada caso, para aumentar su seguridad y la del resto de usuarios de la vía.
