De forma recurrente, el pago en las autopistas de peaje aparece como un tema conflictivo en España, particularmente en determinadas Comunidades Autónomas en las que la proporción de autopistas en relación al total de autovías es alta.
Sin embargo, parece que este 2016 comienza con una buena noticia para los bolsillos de los conductores. Y es que el precio medio de los peajes de la red de autopistas dependientes del Estado bajará un 0’6%, según fuentes del sector, lo que supone el primer descenso en los últimos 15 años.
De esta ventaja se beneficiarán los más de 17.500 vehículos, de media, que diariamente utilizan la red de vías de pago en nuestro país, según cifras oficiales del Ministerio de Fomento.
Desde 2003, y coincidiendo con los años de la crisis, ha venido disminuyendo la circulación por las autopistas, el conductor mira más el precio y opta por carreteras secundarias, realizando más kilómetros, con mayores atascos y riesgo de accidentes, aunque en otros casos la existencia de vías prácticamente iguales, gratuitas y en paralelo a la red de pago lleva a decantarse por estas últimas.
Habrá que ver si a partir de ahora con la rebaja en el coste del peaje, la tendencia de los conductores varía, si cambian hábitos y optan más por las autopistas, aunque lo que realmente muchos se plantean como primordial es la importancia de mejorar la red de carreteras para poder circular en condiciones de seguridad, calidad y fluidez.
La autopista de peaje nos aproxima a Europa, en la medida que sus estándares de trazado son similares a los de los países de nuestro entorno, son seguras, el tráfico fluido y no hay que atravesar ningún núcleo de población, garantizándose así unos tiempos de recorrido rápidos y fiables, pero el conductor no está dispuesto a utilizarlas a cualquier precio.
