La reciente catástrofe natural provocada por la DANA en Valencia ha provocado el daño o destrozo de más de 100.000 vehículos. Por el momento, para minimizar los riesgos en situaciones de emergencia, la Dirección General de Tráfico (DGT) incorporará en el examen teórico de conducir contenido sobre protección civil, con el fin de mejorar la formación de los conductores. En este artículo te ofrecemos algunos consejos sobre cómo actuar ante una riada o inundación en el caso de ir conduciendo.
El primer consejo es evitar exponerse a situaciones de riesgo en caso de pronóstico de lluvias intensas o tormentas fuertes. Si es posible, retrasa o cancela tu viaje o reunión y mantente atento a los avisos y directrices de las autoridades y fuentes oficiales. Si te encuentras con una riada o inundación durante el trayecto, la DGT aconseja no intentar atravesar el torrente de agua. Lo más recomendable es dar la vuelta y, si es posible, buscar una ruta alternativa. Si el vehículo se ve atrapado por la riada, y el nivel del agua alcanza la mitad de la rueda, la adherencia de los neumáticos disminuirá, lo que dificultará el control del coche. Si el agua supera esta altura, el vehículo será arrastrado sin control. La fuerza de la corriente dependerá de varios factores, como la profundidad del agua o el peso del coche. Si el vehículo es arrastrado, lo primero que se debe hacer es alertar a los servicios de emergencia y, si es seguro, abandonar el coche. Si necesitas salir del vehículo, lo recomendable es hacerlo a través de la ventana, rompiéndola con un objeto punzante si no se puede bajar, para evitar el contacto con el agua en la medida de lo posible. Si no puedes salir por la ventana, intenta abrir la puerta en la misma dirección de la corriente. Si el coche está completamente sumergido, espera a que la presión del agua se iguale tanto dentro como fuera del habitáculo. Si no se iguala, el agua entrará de forma brusca y descontrolada. Una vez fuera del vehículo, sube al techo y mantente visible para los equipos de rescate.