Conducir una moto de agua en verano: ¿se necesita carnet?

El uso de motos de agua en las playas españolas aumenta cada año, lo que ha llevado a un mayor control sobre su conducción. Aunque existe una licencia específica para manejarlas, no siempre es obligatorio tenerla, dependiendo de las circunstancias. Conozcamos todos los detalles en el artículo de hoy.

Las motos de agua pueden ser privadas o de alquiler, y en este último caso deben tener una potencia limitada a 60 CV y estar matriculadas en una capitanía marítima. Para conducirlas, es necesario contar con la Licencia de navegación, título que permite manejar embarcaciones de hasta 6 metros de eslora y alejarse hasta 2 millas de la costa durante el día, sin límite de potencia.

Cuando se alquila una moto de agua, quienes poseen esta licencia pueden conducir sin necesidad de un monitor. Sin embargo, si no se tiene el carnet, es obligatorio que un monitor acompañe al piloto. En el caso de querer obtener la Licencia de navegación, es necesario ser mayor de 16 años, contar con un certificado médico y realizar un curso de dos horas teóricas y cuatro prácticas.

Además, las motos de agua deben contar con un seguro de responsabilidad civil, según el Real Decreto 607/1999. No tenerlo puede acarrear multas de hasta 20.000 euros. Durante la conducción, la licencia debe estar siempre a bordo, y tanto el piloto como el pasajero deben llevar chaleco salvavidas y no superar el número de ocupantes permitido por el fabricante.

Las sanciones por infringir las normas de navegación incluyen la prohibición de circular en zonas de baño, mantener una velocidad máxima de 5 km/h al acercarse a la costa, no acercarse a menos de 50 metros de otras embarcaciones, y evitar adelantar en excursiones colectivas. También, por supuesto, se prohíbe el consumo de alcohol y drogas durante la conducción.

En resumen, para salir de dudas este verano recuerda que para conducir una moto de agua, es fundamental conocer y cumplir con las normativas. De esta forma, evitarás sanciones y se garantizará la seguridad en el agua. Disfrutar de estas actividades de manera responsable contribuye a una experiencia segura y placentera para todos.