Seguro que en muchas películas has visto la típica escena en la que una pareja viaja en coche y el copiloto coloca los pies en el salpicadero. Esa imagen va directa a nuestro imaginario colectivo y la asociamos a confort y comodidad, pero ¿es realmente así? En este artículo te contamos los peligros que puede suponer circular con los pies en el salpicadero.
En primer lugar, hay que tener en cuenta el papel del airbag. Este dispositivo está diseñado para desplegarse en milisegundos en caso de una colisión, protegiendo a los ocupantes del vehículo. Si una persona tiene los pies en el salpicadero, el airbag puede causar lesiones graves al desplegarse, ya que puede lanzar las piernas del pasajero hacia atrás con tal fuerza que puede fracturar huesos, dislocar caderas y causar daños internos graves.
Además, el posicionamiento de los pies en el salpicadero reduce la efectividad del cinturón de seguridad. Este dispositivo está diseñado para sujetar el torso y mantener a los ocupantes del coche en una posición segura durante un impacto. Si los pies están en el salpicadero, el cuerpo no se mantendrá en la posición adecuada, lo que aumenta el riesgo de sufrir el conocido efecto submarino o de sufrir lesiones adicionales por el cinturón de seguridad que se ajusta de manera incorrecta.
Por otro lado, un impacto fuerte puede causar que los pies y piernas golpeen el rostro o el pecho del pasajero, provocando lesiones faciales, dentales y traumas en el tórax.
Por último, el dolor a nivel psicológico de un accidente en estas condiciones puede ser complejo de sobrellevar, tanto para la víctima como para los familiares y el conductor.
En conclusión, deja para la ficción esta idea de poner los pies sobre el salpicadero y trata de mantener una postura adecuada durante el viaje para garantizar la seguridad de todos los ocupantes.
