Desde el establecimiento en España del permiso por puntos, las multas de tráfico cuentan con dos vertientes: una sanción económica y la pérdida de los citados puntos (de un máximo de 15). Acumular infracciones que acaben por eliminar todos los puntos o cometer algunas de extrema gravedad (como conducir a más de 195 km/h por una autovía o circular con una tasa de alcoholemia elevada) son circunstancias que conllevan la retirada del permiso de conducción.
Las multas de tráfico se dividen en tres clases: las leves, las graves y las muy graves. Las primeras implican sanciones de hasta 100 euros, las segundas pueden llegar a costar hasta 200 y las terceras pueden ascender a 500. Hay que tener en cuenta que existen multas con importes a abonar superiores al máximo citado, como la que comporta llevar un inhibidor de radares, que puede llegar a 6.000 euros y la pérdida de 6 puntos. La reincidencia, en caso de alcoholemia, o conducir duplicando la tasa de alcoholemia autorizada conlleva una sanción de 1.000 euros.
El exceso de velocidad es una de las causas más habituales por la que un conductor es sancionado. La cuantía de una multa por exceso de velocidad varía entre los 100 y los 600 euros, y puede acarrear la pérdida de hasta 6 puntos, según en cuántos kilómetros se rebase la velocidad permitida en determinados tramos.
En cuanto a los puntos, se pueden perder 2 (por ejemplo, por no instalar ni utilizar las luces reglamentarias), 3 (mal uso del móvil o de los cascos), 4 (adelantamientos indebidos o incumplimiento de la distancia de seguridad) y 6 (circular bajo los efectos de los estupefacientes o con una tasa de alcoholemia superior a 0,5 mg/l o hacerlo en sentido contrario).