El transporte escolar en autobús se presenta como un medio de transporte muy seguro, como demuestra su baja siniestralidad en 2015. Pese a ello, por la especial consideración hacia estos usuarios de mayor vulnerabilidad, la DGT ha establecido una campaña de vigilancia.
Datos del transporte escolar: siniestralidad y campañas DGT
En el último año cerrado de 2015, el número total de accidentes fueron de 27 en toda España. En ninguno de ellos hubo que lamentar víctimas mortales. Más del 60 % de estos accidentes ocurrieron en carreteras convencionales.
No son cifras alarmantes, considerando los 230.000 alumnos que diariamente usan este medio en España, pero por su carácter de especial vulnerabilidad, la DGT realiza continuas campañas de comprobación de los autobuses que transportan a escolares.
En cuanto a las campañas de control, hay que destacar que en el 50 % de los casos, los autobuses incumplieron en aspectos administrativos: no disponer del seguro de responsabilidad ilimitada o no disponer de las puertas en regla.
Además de estas dos exigencias, en las campañas también se supervisa que los autobuses no superen los 16 años de antigüedad, el buen funcionamiento del tacógrafo y la existencia del limitador de velocidad.
Por supuesto, la existencia de las placas delante y detrás es fundamental, y la existencia de cinturones de seguridad en todos los asientos es exigible en vehículos posteriores a 2006.
Pautas normativas para conductores de autobuses escolares
Hasta el año pasado, buscando la seguridad máxima en el transporte escolar, además de disponer del permiso d, se requería de una autorización especial con pruebas psicofísicas, teóricas y prácticas.
Con la integración de la normativa europea, esta autorización ya no es exigible, por lo que todo conductor con carnet de conducir d puede conducir autobuses de este transporte escolar. Así, el carnet de autobus pasa a ser el único requisito para cualquier profesional del volante, con el certificado CAP en regla.
