La niebla no es buena compañera de viaje. Se trata de un fenómeno meteorológico que dificulta la conducción y multiplica el riesgo de sufrir accidentes en carretera.
Por ello, al volante de un camión conviene extremar las precauciones y seguir una serie de recomendaciones.
1. Luces, para que te vean
Se debe utilizar la luz de posición y la de cruce cuando haya niebla. Las que no se han de encender, en ningún caso, son las largas, ya que este tipo de iluminación se refleja en la propia niebla dificultando la poca visibilidad que tenemos. La luz antiniebla delantera está especialmente preparada para evitar que se refleje contra ti. En el caso de la luz antiniebla trasera, es precisa en condiciones de niebla densa para hacernos ver al resto de conductores.
2. Menos velocidad, más distancia de seguridad
La recomendación pasa por disminuir progresivamente la velocidad y adecuarse a las nuevas condiciones de visibilidad sin hacerlo bruscamente, ya que se puede sorprender al conductor que circula detrás. La Dirección General de Tráfico establece la denominada regla 3V: Visibilidad= Velocidad= Vehículo delantero. Es decir, con una visibilidad de 50 metros, se debe circular a 50 kilómetros por hora y separarse 50 metros del vehículo que circula delante.
3. El parabrisas, libre de vaho
Para eliminar la humedad que provoca la niebla sobre el cristal se han de utilizar los limpiaparabrisas de forma intermitente. Si se produce vaho en el interior del vehículo, lo aconsejable es dirigir la ventilación hacia los cristales y si no es suficiente, la solución pasa por abrir ligeramente las ventanillas.
4. A la derecha siempre
Circula siempre por el carril derecho y evita adelantar. Si la niebla es muy densa, toma como referencia la línea continua blanca de la derecha de la calzada. No te confíes en seguir lo que hace el vehículo que te precede, si se equivoca o se distrae podrías impactar contra él.
5. El freno, suave e intermitente
Utiliza el freno de manera suave para evitar que las ruedas se bloqueen. Si lo haces antes de lo habitual y de manera intermitente, cualquier vehículo que circule detrás podrá verte a una mayor distancia y mantendrá las precauciones oportunas.
6. Menos ruido ayuda
En este tipo de circunstancias, uno de los consejos pasa por procurar conducir en silencio, sin el equipo de audio activado, puesto que cuando se reduce la visibilidad el oído te puede servir para advertir la presencia de algún vehículo. En los cruces, por ejemplo, baja las ventanillas e intenta afinar el oído.
7. Parar por seguridad
Ante una situación de nula visibilidad, busca un lugar seguro donde parar hasta que desaparezca la niebla. Si tienes una incidencia y no encuentras un lugar protegido donde parar, hazlo lo más cerca posible del arcén derecho y enciende los intermitentes de emergencia para que el resto de conductores pueda advertir tu presencia. Si necesitas abandonar el vehículo, mantén activados los intermitentes de emergencia, avisa por teléfono, ponte ropa de abrigo y encima el chaleco reflectante.
8. Sin prisas y con calma
Es una de las grandes claves, no tener prisa. Las condiciones de visibilidad son malas para todos los conductores, por lo que se debe circular despacio y no perder la calma. Si esta conducción lenta te provoca cansancio, no lo dudes: sal de la vía en la primera salida y descansa.