El cansancio acumulado y la fatiga diaria son dos factores claves que pueden provocar un accidente en carretera. Por ello, es recomendable seguir una serie de consejos importantes para evitar la somnolencia al volante durante un viaje largo, garantizando así la seguridad vial de todos los conductores.
- Debemos dormir bien la noche anterior a salir a la carretera, descansando correctamente para no sentir sueño en ningún momento del desplazamiento.
- Hay que tener especial cuidado con los medicamentos que producen somnolencia. Es fundamental leer el prospecto de los medicamentos que podamos estar tomando.
- Conviene evitar las comidas copiosas, pesadas y de difícil digestión, que hacen que nuestro cuerpo se adormezca. Mejor optar por una comida más ligera y frugal si vamos a coger el coche.
- Evitar ciertas horas. Cada persona tiene su propio reloj biológico, así que a algunos conducir muy temprano o muy tarde puede tender a adormecer, hay que ser responsable y saber cuándo es conveniente parar a echar una cabezada antes de reanudar el viaje.
- Debemos ventilar bien el interior del coche, llevando una temperatura cómoda, ni con mucho frío ni con mucho calor.
- Tenemos que descansar cada cierto tiempo, preferiblemente cada dos horas o 200 km. Detener el coche, bajarnos, estirar las piernas y dar un pequeño paseo. Así se rompe la rutina y monotonía que supone conducir largas distancias. Se ha comprobado que la capacidad de reacción de un conductor disminuye casi a la mitad después de conducir más de cuatro horas seguidas.
- Hay que beber con frecuencia para mantenernos hidratados. Si vemos que el cansancio empieza a llegar, es mejor detener el vehículo y descansar y no contrarrestar con refrescos con cafeína.
- Cuando nos esté entrando sueño, lo mejor es no arriesgarse y detenernos en una zona segura para echar una pequeña siesta.
No nos confiemos, en cuanto notemos los primeros síntomas de cansancio, debemos actuar y lo mejor es parar. El mejor remedio para el sueño es dormir y para el cansancio, descansar.