Es frecuente que cuando una persona se saca el carnet de conducir se quite un peso de encima y piense que con eso ya es suficiente. Pero, como pasa en muchas otras facetas de la vida, siempre es aconsejable seguir aprendiendo y, sobre todo, no olvidar lo que ya se ha asumido. Y es ahí cuando cobra importancia el realizar cursos de conducción segura, especialmente para los conductores de moto.
Ya sea para disfrutar más de la conducción, evitar accidentes, aprender a frenar a tiempo o incluso compartir experiencias con otros motoristas, realizar este tipo de cursos siempre irá en beneficio no solo del propio interesado, sino de todos los que le rodean cuando se pone a los mandos de una motocicleta.
La DGT ya hace tiempo que recomienda y asesora en la impartición de estos cursos complementarios tanto para el carnet de moto como cualquier otro tipo de permiso de conducir, y la verdad es que la experiencia de los que ya los han realizado es muy positiva. En primer lugar, porque aprenden no solo a conocer mejor su máquina, sino a ellos mismos, a cómo responden ante diversas situaciones y también a darse cuenta de errores que cometían, muchas veces sin darse cuenta, y que podían costarles incluso la vida.
Otra ventaja, sobre todo para los conductores profesionales es que, al aprender a conducir así y sacarle más provecho al carnet C, también se aprovechan más y mejor los recursos económicos: porque una conducción segura es también una más eficiente, más concienciada con el medio ambiente y en la que no se malgasta combustible.
En definitiva, frenar de forma progresiva, no dar acelerones bruscos, trazar bien las curvas y otros detalles similares ayudan a los conductores, a los vehículos y al bolsillo. Por tanto, es recomendable que se saque un hueco en la agenda para tomar la sabia decisión de realizar un curso de conducción segura.
