Con la legislación de circulación vial que rige en la actualidad, la conducción de un vehículo motorizado a dos ruedas exige una de las siguientes modalidades de carnet de moto, en orden creciente de exigencia: AM, A1, A2 y A. El carnet A es el que admite la conducción de todo tipo de motocicletas, cuya obtención exige acreditar dos años de experiencia con el permiso tipo A2 y una edad mínima de 20 años.
Los cursos de formación que se aplican a la preparación de los conductores que desean obtener el carnet A proporcionan un excelente bagaje teórico sobre los peligros inherentes a la conducción de una motocicleta, pero no son infrecuentes las ocasiones en las que se ignoran tales preceptos, de los cuales pueden destacarse, como principales factores causantes de accidente de moto, los siguientes:
- Circular en zig-zag entre vehículos para sortear el tráfico, lo que supone una maniobra que desafía a la visibilidad retrospectiva de los demás conductores.
- Conductas anómalas, como adoptar el rol de peatón, invadir las aceras, realizar cambios de dirección antirreglamentarios o transitar por el carril bus.
- Montarse en la motocicleta con excesivo cansancio, lo que provoca una considerable merma de reflejos y, en consecuencia, un incremento del tiempo de reacción ante cualquier incidencia sobrevenida.
- Tendencia a no señalizar los cambios de carril con el empleo de los intermitentes.
- No respetar las distancias de seguridad, una grave irresponsabilidad, especialmente, en el caso de los motoristas, ya que sus vehículos requieren más espacio de frenada en situaciones bruscas.
- Vigilar, a toda costa, los efectos secundarios de algunos medicamentos que hayan podido tomarse en las horas previas, pues pueden ocasionar obnubilación, mareos o fatiga.
La clave para evitar ser víctima de un accidente de moto es concienciarse de las características de lo que se lleva entre manos y practicar una conducción segura y responsable. Además, siempre es necesario tener en cuenta que en la carretera no se circula sólo, por lo que hay que prestar atención a los demás conductores y anticiparse a sus actos para evitar sustos o accidentes.