La somnolencia al volante es una de las principales causas de accidentes de tráfico, representando hasta el 30% de los siniestros en España, según la Dirección General de Tráfico. Te contamos todos los detalles en este artículo:
Uno de los fenómenos más peligrosos que resultan de la fatiga son los microsueños, lapsos breves de pérdida de conciencia que, aunque parezcan insignificantes, tienen consecuencias devastadoras. Un microsueño dura entre dos y cinco segundos, tiempo suficiente para recorrer hasta 28 metros a 100 km/h sin control del vehículo. Durante este breve intervalo, el conductor pierde los reflejos, la capacidad de reacción y la concentración, lo que incrementa el riesgo de colisiones y accidentes graves. Aunque muchos conductores no son conscientes de este fenómeno, los microsueños son una amenaza real que pone en peligro la vida de todos los usuarios de la carretera. Los primeros síntomas de somnolencia pueden incluir bostezos, parpadeos frecuentes, pesadez en los párpados y escozor en los ojos. Ante estos signos, es crucial tomar medidas inmediatas para evitar caer en el microsueño. Para prevenirlo, es esencial dormir lo suficiente antes de realizar un viaje largo, idealmente entre 7 y 8 horas. Además, hacer pausas regulares cada dos horas para realizar estiramientos y caminar puede ayudar a mantener la circulación activa y la concentración alerta. La alimentación también juega un papel importante. Evitar comidas pesadas y optar por snacks ligeros y saludables, así como mantener una hidratación adecuada, son hábitos clave para reducir la fatiga. En invierno, es fundamental controlar la temperatura del coche para evitar la somnolencia inducida por el calor generado por la calefacción. En resumen, los microsueños son un peligro oculto en las carreteras, pero con un poco de prevención y buenos hábitos, podemos reducir significativamente el riesgo y garantizar nuestra seguridad y la de los demás.