El informe de Siniestralidad Vial del verano de 2024 dejó cifras preocupantes, lo que ha llevado a la Dirección General de Tráfico (DGT) a proponer la reducción de la tasa permitida de alcohol en sangre para conductores, de 0,5 gramos por litro a 0,2. Esto implica que el consumo de alcohol antes de conducir estará prácticamente prohibido.
Esta medida surge a partir de solicitudes de asociaciones de víctimas y organizaciones de seguridad vial, que buscan eliminar la idea de "consumo moderado" y promover que "solo cero alcohol tiene cero consecuencias".
La tasa de alcohol en sangre no es igual para todos, ya que depende de factores como la cantidad de comida ingerida, el tipo de bebida, el tiempo transcurrido desde el consumo, y la tolerancia al alcohol. Además, influyen factores como la edad, ya que menores de 18 años y personas mayores de 65 son más vulnerables. Los conductores noveles también enfrentan un mayor riesgo debido a su falta de experiencia.
El alcohol afecta de manera diferente según el género y el peso corporal. Las mujeres, especialmente las más jóvenes, o personas de menor peso, tienden a mostrar tasas de alcohol más altas que los hombres o personas con mayor peso.
Por otro lado, la eliminación del alcohol varía según el momento del día, siendo más lenta durante el descanso. De hecho, una tasa de 1 gramo de alcohol por litro de sangre tarda entre 6 y 10 horas en desaparecer, afectando gravemente la atención y la percepción.
El alcohol fue la sustancia más detectada en uno de cada tres accidentes mortales en 2023. La DGT sigue reforzando su mensaje de que incluso pequeñas cantidades de alcohol incrementan notablemente el riesgo de accidentes.