Aparcar en doble fila es una práctica común en muchas ciudades, especialmente en aquellas con alta densidad de tráfico y escasez de espacios de estacionamiento. Este comportamiento, aunque, a menudo, puede ser considerado una solución conveniente, presenta una serie de problemas que afectan tanto a la fluidez del tráfico como a la seguridad vial.
En primer lugar, el estacionamiento en doble fila obstruye el flujo normal de los vehículos, generando congestiones innecesarias. Los conductores que intentan esquivar a los coches aparcados en doble fila se ven obligados a cambiar de carril bruscamente, lo que puede provocar accidentes y ralentizar el tráfico en general. Esta práctica es especialmente perjudicial en calles estrechas, donde la presencia de vehículos en doble fila puede reducir significativamente el espacio disponible para la circulación.
Además, aparcar en doble fila pone en riesgo la seguridad de peatones y ciclistas. Los peatones se ven obligados a caminar alrededor de los vehículos mal estacionados, a veces invadiendo la calzada, lo que aumenta el riesgo de atropellos. Los ciclistas, por su parte, pueden verse forzados a desviarse hacia el tráfico, exponiéndose a situaciones peligrosas.
Desde el punto de vista legal, aparcar en doble fila está generalmente prohibido y sancionado con multas. Sin embargo, la percepción de baja probabilidad de ser multado, junto con la falta de opciones de estacionamiento, lleva a muchos conductores a tomar este riesgo.
En el caso de España, la maniobra está prohibida, se considera infracción grave y puede conllevar una sanción de 200 euros. Según el artículo 40 de la ley de tráfico: “Queda prohibido estacionar […] en doble fila”. Esto es así porque el reglamento de circulación (artículo 91) establece que los coches estacionados en doble fila sin conductor “obstaculizan gravemente la circulación”.
En resumen, aparcar en doble fila es una conducta que, aunque a veces parece inevitable, tiene importantes repercusiones negativas en la movilidad urbana y la seguridad vial. Así que, siempre que puedas trata de buscar aparcamiento o un lugar apto para el estacionamiento y evita esta habitual práctica.