Antes de pasar la inspección periódica de la ITV te recomendamos que revises ciertos elementos para asistir a la cita en las mejores condiciones posibles. A continuación te decimos qué puedes revisar tú mismo, desde documentación, estado de suspensiones, motor, neumáticos etc.
Comenzamos por la documentación del vehículo, como es de esperar, debe estar todo en regla. Deberás comprobar que el seguro también esté en vigor y lleva el permiso de circulación y la tarjeta de la ITV a la inspección. Seguimos con el exterior del coche, no debe tener defectos que puedan suponer algún riesgo tanto de desprendimiento como para los peatones.
Las placas de matrícula también son un factor importante, deben leerse perfectamente y no estar rotas ni agrietadas. Pasa lo mismo con los limpiaparabrisas, deben estar en buen estado y el depósito debe estar lleno.
Como es de imaginar, los neumáticos son elementos clave para el buen funcionamiento del vehículo y por consiguiente para pasar correctamente la revisión. Esto es lo que tienes que tener en cuenta: las medidas deben tener el tamaño que figura en la ficha técnica y su estado debe ser el apropiado.
Lo siguiente que debes revisar son las luces, asegúrate de que estén bien colocadas y que no deslumbren a los demás, y por supuesto que no haya ninguna fundida. ¿Sabes qué el claxon también debe revisarse? Accionalo y comprueba que el sonido sea claro y preciso.
Por último, también hay que prestar atención al interior del vehículo, revisa que no hayan objetos u aristas que puedan ser un riesgo para los ocupantes.
Estos son los elementos que puede revisar uno mismo antes de someterse a la ITV, pero es recomendable hacer este chequeo de vez en cuando. De esta forma sabremos que el coche siempre está en las mejores condiciones, y si alguno de los elementos anteriores falla, tener tiempo de acudir a un taller y solucionarlo.
