El 60 % de los casos de abrasión por accidente de moto se producen en verano.
Deben tenerlo en cuenta los usuarios de estos vehículos que, en cuanto aparece el calor, renuncian a llevar la ropa y las prendas protectoras que tantas veces hacen de ángel de la guarda de quienes dan con sus huesos sobre el asfalto.
Se trata es de ir lo más fresco y ventilado que sea posible, pero sin renunciar a la propia seguridad.
Viajar en moto sin el calzado adecuado supone una auténtica temeridad. Hacerlo en manga corta o en pantalón corto, jugársela innecesariamente.
Merece la pena ir convenientemente vestido y protegido, empezando por el casco. Durante la época estival puede elegirse el que resulte más fresco y ventilado, tipo jet, los cuales disponen de muchas rejillas en la parte superior, aunque el más seguro sigue siendo el integral.
Resulta imprescindible ir bien ventilado, pero sin cometer errores de bulto. Una cosa es que haga calor y, otra, ir con los brazos y las piernas al aire libre. Lo más recomendado es ponerse una chaqueta de moto para verano que lleve perforaciones en el pecho, la espalda y los brazos.
Y unos pantalones para circular por carretera, también con perforaciones.
Los guantes también son para el verano
De lo que no hay que olvidarse es de los guantes, porque sin ellos echar las manos al suelo puede ser un auténtico desastre. Casi, casi, destrozárselas.
Lo principal es que sean de cuero de micro perforado y generen una mejor ventilación.
Tan importantes como lo anterior son las botas. Las más eficaces son las de caña corta con refuerzo a la altura del empeine. Resultan providenciales en caso de caída.
Se trata de un calzado de suma importancia, llamado a salvaguardar en la moto la integridad de los talones, los tobillos y las punteras.