Cuando subimos al coche, no solo nos estamos exponiendo a nosotros mismos, sino también a quienes nos acompañan en el trayecto. Uno de los errores más comunes que solemos cometer, sobre todo en distancias cortas, es sobrecargar el vehículo con más personas de las permitidas. Esto puede parecer inofensivo, pero es un riesgo serio que pone en peligro la seguridad de todos los ocupantes, así como la funcionalidad del vehículo.
En primer lugar, superar la cantidad de pasajeros permitidos altera la distribución del peso del coche. Esto afecta directamente a la estabilidad del vehículo, dificultando las maniobras, especialmente al tomar curvas o al frenar. Un coche con más peso del que debe llevar puede sufrir cambios en su rendimiento, lo que incrementa el riesgo de accidentes.
Además, cada plaza en el coche está diseñada para asegurar la correcta utilización del cinturón de seguridad. Si intentamos meter a más personas de las que caben, algunos de los ocupantes podrían no llevar el cinturón o ni siquiera tener espacio suficiente para sentarse correctamente, lo que aumenta las probabilidades de lesiones graves en caso de accidente.
Otro aspecto a tener en cuenta es la visibilidad del conductor. Si el vehículo está sobrecargado, la visibilidad puede verse afectada por la ubicación de los pasajeros, ya sea porque obstruyen las ventanas o dificultan la postura del conductor. Esto aumenta las probabilidades de no percatarse de posibles peligros en la carretera.
Además, es importante tener en cuenta que si el exceso de pasajeros supera el 50 % de la capacidad homologada del coche, la sanción se vuelve mucho más severa. Esta infracción se clasifica como muy grave y conlleva una multa de 500 euros, la retirada de 4 puntos del carnet de conducir y, en algunos casos, la inmovilización del vehículo.
Así que, ya sabes, ¡no pongas en peligro tu vida ni la de los demás y busca otras soluciones!
