¿Sabes cuando la moto pasa por un charco y por algunos segundos, parece deslizarse, sin que puedas controlarla? Esta peligrosa experiencia se llama aquaplaning: es el momento en que el agua se interpone entre el asfalto y el neumático, haciendo que el vehículo pierda el contacto con el suelo.
Cuando la motocicleta pasa sobre la superficie mojada, se forma una especie de ola delante de los neumáticos. La banda de rodamiento rompe esa ola, por su compresión. El problema surge cuando la presión del neumático es inferior a la del agua: sin poder empujarla, pierde el contacto con el suelo.
Cuatro consejos de oro para evitar el aquaplaning
1. Siempre verificar la presión de los neumáticos
Si los neumáticos están un 30% por debajo de lo recomendado por el fabricante, la probabilidad de sufrir aquaplaning aumenta significativamente.
2. Nunca conducir con neumáticos gastados
Regularmente debemos comprobar el estado de nuestros neumáticos. Sin la profundidad del dibujo, el neumático pierde la capacidad de drenaje del agua.
3. Disminuir la velocidad antes de un charco
Cuanto mayor sea la velocidad del vehículo y más profundo sea el charco de agua, mayor es la probabilidad de aquaplaning. Por lo tanto, el consejo es acelerar menos, principalmente antes de entrar a áreas con acumulación de agua.
4. No presionar el freno
En caso de pasar por encima del charco y sentir que la moto está perdiendo la fricción con el piso, evite frenar. Tratar de mantener la calma y tomar la dirección con firmeza manteniendo el control sobre el vehículo y dejando la moto equilibrada.
Conducir una moto con lluvia aumenta nuestras posibilidades de caída ya que la calzada se vuelve más inestable, por lo que es importante tomar las medidas de precaución adecuadas y conocer ante qué problemas podemos encontrarnos para saber reaccionar con seguridad.