La seguridad del conductor es lo más importante en la carretera, por eso lo primero que enseñan a los jóvenes que se sacan el carnet de moto es la obligatoriedad de llevar siempre el casco, tanto el piloto como el acompañante. En caso de accidente, reduce el riesgo de lesión mortal hasta el 28%, por lo cual la importancia del uso del casco de moto es más que evidente.
Tenga el conductor el permiso A, A1, A2 o AM, lo primero a tener en consideración a la hora de elegir un casco de moto adecuado es que sea un casco homologado. Para ello, hay que comprobar que tenga la etiqueta “CE” junto al “E9”, la homologación española. Además de la homologación, se debe buscar un casco con una buena relación calidad, precio y seguridad. Por unos 150€ podemos encontrar un buen casco.
Por eso, los cascos integrales, que protegen cabeza, nuca y orejas son mucho más seguros que los calimero o los jet y semi jet. Es importante elegir una talla menos que la de la cabeza, ya que el acolchado interior cederá poco a poco. Aunque apriete, siempre es mejor llevar un casco apretado que uno suelto: es más seguro, aunque no hay que sentirse incómodo con él. Por eso, lo mejor que se puede hacer es probar hasta que se consiga el ajuste idóneo. Además, si es de un color reflectante dará más visibilidad al piloto.
Entre los aspectos que el piloto debe tener presentes a la hora de comprar un casco de moto están que pueda ver y oír bien. Además, es importante que tenga una buena ventilación, y si está acostumbrado a conducir con gafas de sol o de contacto debe probar que encajen bien en el casco. La pantalla es un elemento clave del casco, hay que buscar una pantalla antivaho y protegida de los arañazos. Por último, en caso de impacto, es muy importante saber que se debe cambiar de casco por uno nuevo.
